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HACER O NO HACER, O AMBAS COSAS

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  V OLVER a escribir después de tanto tiempo de silencio me resulta un tanto embarazoso. A lo largo de 100 entradas he ido desgranando mi pensamiento en forma de reflexión sobre la experiencia cotidiana. Día por día, observaba, percibía, miraba el devenir de lo que ocurre e intentaba volcarlo en palabras desde una mirada zen. El zen es a algo difícil de expresar. El propósito de este blog no es otro que compartir, y al mismo tiempo sugerir, un modo distinto de mirar. La vida fluye a una velocidad pasmosa. Cada instante vivido, ya fue pasado, ya no existe. Vivimos de las cenizas de la realidad. Esta impermanencia nos da tanto vértigo que tenemos que llenar la experiencia de "sustancialidad". Sí, nos aferramos a la sensación de realidad de las cosas y desde aquí la corriente emocional que recorre nuestro cuerpo responde con la sensación de placer y disfrute o con la de dolor y rechazo, poniendo en todo momento el foco en eso "otro" que pretendemos objeto, sustancial y

MINDFULNESS REVOLUTION

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MINDFULNESS REVOLUTION,  Esta expresión parafrasea el título ( mindfulness solution ) de uno de los libros más importantes de este movimiento que llamamos mindfulness escrito por Ronald Siegel, bastante conocido en nuestro país.                        ¿La meditación se ha puesto de moda? Después de más de 25 años de práctica zen reconozco que es sorprendente el momento que estamos viviendo con la difusión de la práctica de mindfulness. ¿La meditación se ha puesto de moda? No creo que este acontecimiento se pueda juzgar de forma tan simplista. Dentro de unos meses en España se celebrará la quinta edición del Congreso Internacional de Mindfulness en la ciudad de Zaragoza y se prevé una asistencia multitudinaria y se darán cita algunos de los más importantes especialistas a nivel internacional, incluido Jon Kabat-Zinn. Pienso sinceramente que son dos los hechos que han favorecido esta enorme difusión. En primer lugar, el haber sido presentada como una s

FLUIR

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HACE UNOS AÑOS ESCUCHAMOS A BRUCE LEE EL FAMOSO DICHO: " BE WATER MY FRIEND" . No cabe duda que detrás de esas palabras hay un punto de vista respecto de la realidad de la vida que tiene que ver esencialmente con la experiencia del zen. Ser como el agua, significa que nada es fijo, sino que todo está en continua transformación. Cuando el mítico Bodhidharma inicia en China este tipo de práctica budista que ha llegado hasta nosotros conocida como el Chan (zen) su motivación parecería ser revivir la experiencia misma del despertar de Buda libre de aditamentos mítico-religiosos. Es decir, en la más pura expresión de su experiencia radical: Todo carece de entidad sustancial.

EL MANANTIAL DE LA SABIDURÍA

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ALCANZAR LA SABIDURÍA puede parecer un esfuerzo recompensado tras un largo empeño. En la tradición Zen se insiste mucho en que la sabiduría simplemente se muestra y brota cuando quitamos los obstáculos que la impiden. La sabiduría o prajna en sánscrito tiene una raíz "jna" que remite a la experiencia vital, al conocimiento. Pero, en nuestra cultura occidental conocer nos suena demasiado a algo mental. No, no se trata de conocimiento meramente intelectual. En oriente, y curiosamente así lo recoge la literatura bíblica, el verbo "conocer" tiene un sentido experiencial muy intenso, tanto, que sirve para saber de algo, pero también para tener relaciones sexuales y es porque sólo se vive algo de verdad si se experimenta corporalmente. En efecto, la sabiduría es una forma de experiencia vital. Decimos que tenemos experiencia de algo cuando todo nuestro sistema, cuerpo-mente, se hace eco de algo. 

NUBARRONES EN EL HORIZONTE

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Cuando la práctica nos introduce en experiencias difíciles es cuando se desprenden los añadidos de nuestra mente a la pureza de la conciencia. No resulta fácil aceptar la tribulación. Unas veces ésta nace de emociones agitadoras, otras veces nace del apego a sensaciones agradables como la paz interior o esa conciencia oceánica de tranquilidad placentera en la que se asienta la mente después de un tiempo prolongado de práctica. Es inevitable tener la sensación de que "no hay progreso" o de que se está yendo hacia atrás, que de nuevo nos vemos abrumados por la agitación que ya pensábamos que "estaba superada". Todo eso son pre-juicios. Es como si internamente y, a pesar de lo que nos han hablado siempre de "no tener metas" ( mushotoku ), vivir la experiencia tal y como es, aceptar nuestros sentimientos, etc. nos sintiéramos profundamente frustrados y con una sensación de no avanzar. Es como si la práctica no sirviera para mucho. Otra vez la mente ca

LOS TRES ESTUDIOS

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Alumbrar la existencia, producir concentración, dejar que salga la sabiduría.  La práctica del zen se basa en estos tres elementos, no como si fueran fases consecutivas, sino como la armonía que surge del tañer de tres campanas. Evidentemente que cada una tiene una tonalidad y por separado pueden sonar muy hermoso, pero la conjunción de las tres no es la suma de tres sonidos sin más, es como una realidad nueva y diferente a lo que son  por separado. Cuando tres sonidos se superponen dejan de ser cada uno y forman un conjunto armónico con entidad propia. De la misma manera ocurre con los tres estudios. Alumbrar la existencia. En lengua pali se dice Sila y se traduce por ética, pero no se trata de reglamentos morales para encauzar la conducta. En la práctica zen se trata de la disciplina de mantenerse en el ser. La idea general que tenemos de la ética es la de un esfuerzo. En cambio el Shin Jin Mei dice: "el camino perfecto carece de dificultad". Mantenerse en el ser e

EL ARTE DE LO SUTIL

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La práctica zen es el arte de lo sutil. Cuando miramos esta maravilla de la naturaleza que es el diente de león sabemos que el más leve movimiento hace que las semillas voladoras se desprendan y en un instante se deshace la hermosa forma de globo de esta planta. Algunas veces cuando practicamos meditación, en el fondo más oculto de nosotros mismos, puede surgir un sentimiento de complacencia, de sabernos diferentes, de haber sido capaces de superar dificultades físicas, mentales o emocionales y de, a pesar de ello, mantenernos firmes en el ejercicio.  Cuando damos cabida a ese sentimiento es muchas veces porque nuestra práctica ya es avanzada y la meditación no supone un gran esfuerzo, sino un estado ecuánime y agradable que se mantiene de forma más o menos habitual. Pensamos que el trabajo ha merecido la pena, que hemos cosechado frutos de serenidad, paz, control de nosotros mismos, confianza en la vida etc. En definitiva, nos sentimos más felices y eso aumenta esa sutil se