EL LABERINTO
La vida se muestra a menudo como un laberinto. Caminamos y caminamos, dando vueltas sin cesar y sentimos que nuestros pasos van sin rumbo volviendo una y otra vez al mismo punto, o a lo que creemos es el mismo punto. Sin embargo, al sentarnos, detenemos todo movimiento y entonces es el laberinto de la mente el qure se mueve a nuestro alrededor, buscamos luz al finaldel túnel pero no vemos que esa luz que vislumbramos viene de nuestro interior,no está fuera ni hay que alcanzarla, sino dejar que ilumine el camino.