Entradas

Mostrando entradas de julio, 2016

DESPUÉS DE MEDITAR...

Imagen
T ODOS hemos experimentado alguna vez una cierta sensación, al levantarnos de nuestro cojín de meditación, de que "ya hemos terminado".  Incluso, cuando practicamos en grupo, al sonar el gong, o cualquier otra señal, tenemos esa sensación entre alivio y pena porque ya se terminó nuestro tiempo de paz. Muchas personas, cuando comienzan la práctica de la meditación, casi sin darse mucha cuenta, pueden crear una especie de apego a la experiencia nacida en ese momento. No se trata de que se tengan experiencias raras o percepciones extrañas, sino que la experiencia normal se ralentiza y se intensifica de algún modo la conexión entre todo lo que ocurre. La mente entra en un estado de calma y a nivel emocional surge una cierta sensación agradable. Por esto, la continuación del resto de la vida es parecida a cuando la ola suave y armoniosa rompe en medio de un roquedal, desplegando mucha energía y levantando espuma.