RESPIRAR
Lento el aliento se
recoge,
Se hunde en el fondo del
alma.
Penetra hasta lo más
recóndito
Y… lento, muy lento, se
marcha.
El espíritu le observa y
pretende
Como agua entre las manos
sujetarlo
El aliento, esquivo, no
se engancha
El aliento, lento, muy
lento, se marcha.
El corazón arrogante
anhela
Sentir cómo el aliento
avanza,
Penetra, y se clava en el fondo del alma
Pero él, lento, muy lento
se marcha.
La loca fantasía le
persigue
Recorre todas las
estancias
Va tras su estela de
plata
Pero él no se inmuta…y se
marcha.
El aliento, como el mar
frente a la orilla,
Con su ir y venir en
calma
Sin ser controlado por
nadie
Él sólo apacigua el alma
Y luego…lento, muy lento
se marcha.
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