MINDFULNESS REVOLUTION

MINDFULNESS REVOLUTION, 




Esta expresión parafrasea el título (mindfulness solution) de uno de los libros más importantes de este movimiento que llamamos mindfulness escrito por Ronald Siegel, bastante conocido en nuestro país.

                      
¿La meditación se ha puesto de moda?

Después de más de 25 años de práctica zen reconozco que es sorprendente el momento que estamos viviendo con la difusión de la práctica de mindfulness. ¿La meditación se ha puesto de moda? No creo que este acontecimiento se pueda juzgar de forma tan simplista. Dentro de unos meses en España se celebrará la quinta edición del Congreso Internacional de Mindfulness en la ciudad de Zaragoza y se prevé una asistencia multitudinaria y se darán cita algunos de los más importantes especialistas a nivel internacional, incluido Jon Kabat-Zinn.

Pienso sinceramente que son dos los hechos que han favorecido esta enorme difusión. En primer lugar, el haber sido presentada como una solución eficaz ante problemas concretos (médicos, psicológicos o vitales) y en segundo lugar el soporte científico que refrenda la hermenéutica de los procesos y algunos de los resultados saludables y constatados.

El origen del Dharma budista, al igual que ocurre en otras prácticas espirituales, es una experiencia transformadora de la vivencia individual en un sentido integral. Lo que llamamos "despertar" del Buda o iluminación. No es una meta concreta a conseguir tras grandes esfuerzos que se han de reproducir metodológicamente, sino un estado de conciencia diferente, que permite el aflorar de una sabiduría que transforma la experiencia. Es lo que llamamos conciencia de unidad o conciencia no dual, por decir algo, porque este tipo de experiencia es difícil de compartir, sólo la metáfora y la poesía, en muchos casos, se aproximan un poco a la percepción subjetiva de esa experiencia. 

              “Durante siglos, numerosas tradiciones han desarrollado métodos para facilitar la experiencia de conciencia no dual”


Durante siglos, numerosas tradiciones en Oriente han desarrollado diversos métodos y prácticas para favorecer esta experiencia, en el entendido de que esa sabiduría rompe las cadenas del apego a la existencia, y por consiguiente, favorece el hecho de que el individuo se libere del aferramiento a su identidad.


No se puede decir que haya una práctica mejor que otra. Desde el ideal del Arhat que impulsa la práctica de la meditación Theravada, basada en la atención plena y el recorrido del camino gradual de la purificación, -descrito magistralmente en el famoso texto de Buddhagosha, el Visuddhimagga, que resume y analiza con inteligencia precisa las distintas fases de este proceso de despertar-, hasta los más oscuros textos zen, plagados de extravagancias, golpes, gritos o simples anécdotas cotidianas, pasando por la imaginería del budismo tántrico y sus prácticas de visualización compleja, todos procuran crear las condiciones favorables para que se muestre la verdadera naturaleza de la realidad y con ello se suelten los apegos que generan sufrimiento.

Sin duda, las culturas y las idiosincrasias de cada uno de los pueblos que entraron en contacto con la experiencia budista, así como los diversos aspectos de la psicología humana influyeron notablemente en la modulación de las prácticas adaptándose a cada una de las circunstancias.

Los chinos desarrollaron el Chan (Zen), o camino de la iluminación súbita, en palabras del sexto patriarca; Los tailandeses y pueblos del sur de Asia siguieron el camino theravada; o los tibetanos y pueblos del norte el tantra o vajrayana, como culminación del camino gradual etc. Ahora bien, todos ellos tenían como referente, no la solución de un problema concreto, sino la transformación total de su experiencia. Esto constituye un cambio esencial. Lo uno, lleva a ver la práctica como algo que te ayuda en la vida, lo otro hace de la práctica tu vida.

Para nosotros los occidentales, identificar una práctica con la vida es equivalente a una religión. Algunos lo pueden sentir como algo invasivo, por eso el inicio de estas prácticas en occidente fue minoritario y con grandes componentes culturales incorporados a la misma. En efecto, los occidentales que iniciaron estas prácticas, transformaron, no sólo sus vidas, sino su manera de vestir, la decoración de sus casas, sus costumbres y hasta su alimentación. Es decir, se orientalizaron a la vez que adoptaban este camino de transformación bajo la orientación de un maestro, de un linaje y de un estilo de budismo entre tantos como hay. 


       “La revolución mindfulness basa su difusión en su orientación para afrontar distintos problemas concretos de tu vida cotidiana”


Decía que, lo que en un principio fue una intuición del Dr. Jon Kabat-Zinn, de adaptar una de las prácticas básicas del camino budista y contextualizarla en un contexto clínico, básicamente orientada a reducir el dolor, se ha convertido hoy día en una demanda social de dimensiones incalculables, por eso hablamos de mindfulness revolution, ya que ha traspasado todos los estamentos de la sociedad. Y creo que en este sentido una de las claves está en lo que ya dije arriba. “No pienses que tiene que cambiar tu vida, sólo intentamos ayudarte a resolver ese problema”. Esta focalización hacia aquello que consideras una dificultad en tu vida hace que no te plantees perspectivas como las de hacerte budista o vegetariano o sencillamente tener que abandonar tu trabajo para entrar en un monasterio  e iniciar una vida centrada en la práctica. No, se trata simplemente de incorporar ciertas prácticas formales a tu vida y hacer que el resto se pueda encajar en otra mirada.


Este enfoque ha resultado decisivo porque ha dado respuesta a un vacío espiritual que existe en nuestros países tras años de distanciamiento entre las religiones predominantes y nuestra sociedad, por un lado, y el aumento de episodios psicológicos que causan sufrimiento como la depresión, neurosis, trastornos de ansiedad etc. acentuados por la cultura del estado del bienestar que aparenta la permanente felicidad junto al consumo, por otro.



Algo muy importante en el enfoque mindfulness es que no se trata de una "espiritualidad desde arriba" con preceptos o imposiciones rituales o morales, sino un ejercicio psico-somático que ayuda a reeducar el modo de relacionarnos con la vida adaptando los principios del Dharma budista, para aliviar el sufrimiento, al contexto de la vida cotidiana de un ciudadano occidental. La revolución mindfulness nace en un contexto científico y secular; y este es el segundo hecho fundamental en la difusión y extensión en tantos ámbitos de nuestra actividad social. Tanto el lenguaje utilizado, totalmente secular, como el intento desde sus principios de examinar los resultados con metodología experimental, han sido elementos fundamentales para la aceptación de esta práctica en contextos universitarios, hospitales, empresas o instituciones. 


                      
la práctica de mindfulness ha cambiado la perspectiva de la espiritualidad en nuestros días”.

No tengo duda de que la práctica de mindfulness está cambiando la perspectiva de la espiritualidad en nuestros días. La espiritualidad es vista como una puerta a una experiencia lo más plena posible en la vida presente, tal y como sucede. 


Este hecho, nos debe posicionar de una manera sincera y honesta a la hora de reflexionar sobre el verdadero sentido de la práctica, sea vista desde una tradición concreta como el zen, o desde la perspectiva más secular como mindfulness. Y en esta reflexión-diálogo todos debemos aprender si queremos responder realmente al fenómeno que tenemos delante. El reto, a mi juicio, consiste en el discernimiento. Los griegos lo denominaban "diákrisis" palabra emparenta con criterio y significa separación distinción análisis, es decir, se trata de un esfuerzo  conjunto y multidisciplinar para determinar los aspectos que condicionan el nacimiento y estabilidad de la experiencia de conciencia plena o conciencia no dual. 



En este sentido, es imprescindible un compromiso ético muy hondo, vinculado a la práctica intensa que sirva de base para un diálogo, que de forma constructiva, nos ayude a progresar en el conocimiento de ese territorio tan ignoto que es la mente. El reto de la práctica de mindfulness es sostenerse en el tiempo y para eso, quizás, las tradiciones puedan aportar su experiencia. Por otro lado, las tradiciones deberán revisar muchos aspectos de su lenguaje así como de sus formas culturales para centrarse en aspectos fundamentales de la experiencia vivida por occidentales, con mentalidad occidental. La importancia del linaje y de las prácticas vinculadas también tendrá que adoptar una forma específica despojada de aspectos culturales y devocionales y adoptando otros más próximos a nuestra cultura. En definitiva, se trata de un tiempo de retos, diálogo y práctica sincera con verdadero deseo de profundizar.



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