CUANDO COMO. COMO


Aprendiendo de Simba

Simba es mi perro. Con frecuencia me mira con ojos penetrantes como si dijera... no entiendes nada, tío. Y muchas veces siento que tiene toda la razón. Los seres humanos hemos hecho de la vida un "proyecto" que como su propio nombre indica es "lanzar algo hacia adelante". La vida se nos escapa de las manos como si fuera arena, porque nuestra mente está pensando en lo que ahora no tenemos o en lo que pudo ser y no fue. En definitiva, no vivimos. Simba, en cambio, conecta instante a instante con  el aquí y ahora. Él me enseña que meditar no es relajarse aunque hay que estar relajado, ni es estar concentrado y alerta aunque hay que mantener la atención abierta. Medtiar es estar en el presente con plena conciencia, pero sin los enredos del ego. Sin expectativas ni refugio en la memoria, atento al aquí. En ese punto, cesa la interpretación de la vida y empieza la vida a ser vivida.
Por eso Simba hace como el maestro del cuento zen:
Un día un discípulo preguntó a su maestro: ¿Maestro qué hace usted para alcanzar la sabiduría?
El maestro respondió: Cuando como, como; y cuando duermo, duermo.
- Pero eso lo hace todo el mundo -replica el discípulo.
Y el maestro dice:
- No es cierto. La mayoría de las personas cuando come piensa en mil cosas diferentes; cuando duerme, sueña con miles de cosas. Yo, amigo mío, cuando como, como; y cuando duermo, duermo. Y así me entreno en la Sabiduría

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